De vuelta en Starkweather Labs, Talos confortaba a la Srta. Braveheart, quien le agradecía profusamente haberla rescatado, mientras Xavier interrogaba a uno de los malhechores, con lo que se enteró de Klauss Adler y de poco más. Por su parte, la Srta. Braveheart le contó a Talos que había sido contactada por un empleado de la compañía llamado James Black, quien le comentó que unos nazis habían secuestrado al Dr. Starkweather, y le pidió que se encontraran en aquellas bodegas a las 7:30p.m. Al enterarse que Jimmy había muerto, se mostró visiblemente consternada.
Valerie no había logrado encontrar mucha información de interés antes de ser capturada por Adler, y no tiene idea del paradero de Starkweather. Le comentó a los héroes que estaba pensando en ir a la casa del profesor, pero que dada la importancia de la noticia le parecía más importante ir al periódico a redactarla. Xavier, al ver la gravedad sus heridas, la convenció de ir a un hospital en su lugar.
Con la dirección de Starkweather que les dio Valerie, nuestros héroes se dirigieron a su casa después de dejarla a ella en la clínica. Detuvieron el auto a unos pasos de allí y se colaron por el enrejado hacia la imponente mansión, en la que se veía algo de luz a lo lejos. Xavier optó por el sigilo, mientras que Talos se dirigía directamente hacia la puerta. Una vez allí, tocó a la puerta, y después de un rato, una mujer rubia de apariencia ejecutiva salió a abrirle.
Talos se identificó como reportero del Daily Bugle, el periódico para el que trabajaba Valerie, y manifestó su interés de comunicarse con el Dr. Starkweather. La mujer lo hizo pasar, y le pidió esperar en una salita, a un lado del imponente recibidor, mientras subía las escaleras. Al rato, bajó para decirle que el Doctor quería invitarlo a compartir la cena, y lo condujo al comedor, mientras desde afuera, Xavier los seguía, mirando por la ventana. Talos se sentó, y la dama le anunció la llegada del Dr. Starkweather, quien ingresó al salón en una silla de ruedas.
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